El presidente de la Diputación de Ávila, Agustín González, anunció hoy que la rehabilitación y acondicionamiento del Molino de Tío Alberto, ubicado en Navacepedilla del Corneja (Ávila), estará concluida a mediados de febrero, tras los trabajos de recuperación realizados en los últimos tres años, en los que se han invertido unos 250.000 euros.
La Junta de Gobierno Local de la Institución provincial aprobó hoy el expediente de derivación de una línea eléctrica de media tensión y un transformador que suministrarán energía eléctrica al molino, tanto en su interior como en la iluminación exterior.
De esta manera, a mediados del mes que viene estará listo este molino, construido en el siglo XIX y que es el mejor ejemplo de la industria decimonónica del Valle del Corneja.
Este molino harinero, calificado por los expertos como “uno de los tesoros escondidos de la provincia”, se convierte en eje y motor de una ruta que tiene aquí su punto de partida y que gira en torno a los molinos de agua dispersos por el Valle del Corneja, entre Villafranca de la Sierra y Bonilla de la Sierra, de unos 25 kilómetros de recorrido, aproximadamente.
En el momento de la adquisición, el molino se encontraba en mal estado de conservación, con numerosas grietas en su estructura, especialmente en “su parte más noble”, con daños en el cárcavo y el rodezno, en la entrada del agua, y amenazaba con su desplome por la aparición de grietas también en los cimientos.
En tres fases, la Diputación ha conseguido la consolidación de los cimientos del molino, la rehabilitación del edificio del molino, el canal de agua y el entorno del mismo, así como la adecuación del pequeño puente que da acceso al Molino de Tío Alberto.
Estará abierto al público en febrero, en coordinación con la Casa de Benjamín Palencia, casa rural gestionada por la Institución provincial.
La Diputación de Ávila consiguió la cesión, por 25 años, de este inmueble ubicado en uno de los parajes más bellos del abulense Valle del Corneja. En un principio, la idea era convertirlo en un museo de la arquitectura popular de los siglos XVIII a XIX o un Centro de Interpretación de los Molinos del Corneja, si bien los ajustes presupuestarios de los últimos ejercicios han aplazado esta idea.
Asimismo, la Diputación adquirió dos fincas adyacentes al Molino de Tío Alberto para poder destinar más superficie a la infraestructura turística que se desarrollará en este rincón del Corneja.
Tal es el interés que despierta que el Molino de Tío Alberto, junto con otros inmuebles similares que pueden recorrerse en la zona, que ha sido incluido en las rutas turísticas que cada año diseñan los alumnos de la Escuela de Educación y Turismo de Ávila en un concurso que se convoca en colaboración con la Diputación y cuyos resultados se ven en las guías que se editan con este motivo.